Alli, en la soledad de la ciudad, en el silencio de un lunes ajetreado, donde la monotonia de los pasos forman una melodia hipnotica (aunque sospecho que es mas una consecuencia que una causa). Alli, donde el sol de invierno aparecia desconcertado, me puse a recordar. El tiempo que ya pasó, el tiempo que no pudo ser. Es inevitable sonreir y hacer lo inevitable para esconder tal natural gesto a la vez que, dos velocidades mas lento, camino hacia la rutina.
Entre frenos y bocinas me visitan las imagenes fragmentadas de un sueño que no pudo ser. Donde la inocencia era martir de mi arrogancia, donde las represiones a mi imaginacion eran situaciones tan diarias como la chocolatada despues del segundo turno de la primaria.
Mientras que mis piernas con logica propia me conducen en linea recta por la acera, esa sensacion en la que uno siente ser inmortal aparece en mi pecho, dejandome llevar por extraños anhelos que alguna vez estuvieron tan fuertemente arraigadas a mi que al momento de despedirme, fue mi corazon que no guardo lagrimas junto al tajante adios.
Aun con el deje amargo de estos pensamientos, se me hace cada vez mas dificil controlar la sonrisa que quiere aparecer en las comisuras de mis labios. No me sorprende que no pueda responderles por que.
Son las 6.30am, y mi vieja me despierta para ir a la primaria. Sonara raro, pero el gaurdapolvo marron y la corbata roja eran de mi agrado. A la vez que con algo de ayuda materna termino de vestirme, me dirijo al baño para.. bueno, ya sabran. Junto a mi vieja bajo las escaleras de la vieja casa de mi abuelo y salgo a la calle, remoloneando, quejandome, y refregando mis ojos viendo que las calles aun estan teñidas de naranja. Camino media cuadra hasta la parada del 46 que me acompaña todos los dias desde constitucion hasta la boca. Extendiendo mi diminuto brazo logro que el chofer me vea y se arrime, dejandome subir al ascensor que me conduce a mi oficina en un piso 24.
Entre frenos y bocinas me visitan las imagenes fragmentadas de un sueño que no pudo ser. Donde la inocencia era martir de mi arrogancia, donde las represiones a mi imaginacion eran situaciones tan diarias como la chocolatada despues del segundo turno de la primaria.
Mientras que mis piernas con logica propia me conducen en linea recta por la acera, esa sensacion en la que uno siente ser inmortal aparece en mi pecho, dejandome llevar por extraños anhelos que alguna vez estuvieron tan fuertemente arraigadas a mi que al momento de despedirme, fue mi corazon que no guardo lagrimas junto al tajante adios.
Aun con el deje amargo de estos pensamientos, se me hace cada vez mas dificil controlar la sonrisa que quiere aparecer en las comisuras de mis labios. No me sorprende que no pueda responderles por que.
Son las 6.30am, y mi vieja me despierta para ir a la primaria. Sonara raro, pero el gaurdapolvo marron y la corbata roja eran de mi agrado. A la vez que con algo de ayuda materna termino de vestirme, me dirijo al baño para.. bueno, ya sabran. Junto a mi vieja bajo las escaleras de la vieja casa de mi abuelo y salgo a la calle, remoloneando, quejandome, y refregando mis ojos viendo que las calles aun estan teñidas de naranja. Camino media cuadra hasta la parada del 46 que me acompaña todos los dias desde constitucion hasta la boca. Extendiendo mi diminuto brazo logro que el chofer me vea y se arrime, dejandome subir al ascensor que me conduce a mi oficina en un piso 24.
Pd: Si jugara al prode, pondria unos billetes al 2446.
3 comments:
y a pesar del caos circundante, uno se abstrae, queriendo o sin querer, y se llega a lugares remotos, felices o no, mire incluso la ternura que aparecio!!
a veces a esos "lugares" los siento como pistas de despegue...
y como dije en otro comment, lo que me mata es el final!!
pd: si jugara a la quiniela pondria "empate" je.
niño Vic... kisses
en rigor de verdad, este post suyo provocó una especie de "efecto mariposa". al leerlo recordé que tenía algo guardado hacía un tiempito ya. abrí mi cajoncito informático y saqué a relucir lo que leyó ayer, apenas engalanado para la ocasión.
o sea, en este caso, su post fue mi pista de despegue.
Gracias (multiplicado por dos, por su comment y por este post)
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