18.11.09

La intangibilidad cotidiana

Convoco al movimiento por un mundo en donde entendamos que lo etéreo es quizá más importante que lo tangible.

aclaración: etéreo incluye bits de datos.



Quien sabe. Por ahí todavía existen lectores fugaces.

--------------------------
Te juro, me arrodillo y te juro; me pesa el alma al jurarte y no puedo mantener mi dignidad al pensarlo. Te juro que quiero, que se me ocurren mil cosas para decirte, que paso horas en el colectivo pensando en vos, en mi promesa. Te juro que quiero, pero no puedo. No te encuentro. Se que te perdi y no puedo reconocerlo.

Te vuelvo a jurar, no quise abandonarte. No quise que la historia haya seguido sin haber yo actuado.

Te quise escribir sobre las enseñanzas de la administración, te quise educar sobre las ideas sociales, quise que te indignaras conmigo por las inmundicias que veo todos los días. Quise llevarte de paseo en los cuentos de Asimov, y que me entiendas cuando hablo de desesperación, de rutina, de Dylan, de Maquiavelo, de Dostoievsky, de Kundera, de Revolución, de inmundicia, de excentricidad, de cinismo, de lógica, de Thelonius, de The Beatles, de mi.

Quise, pero te juro que quise. Perdon. Voy a seguir queriendo, y volvere a jurarte que quise.

Espero no tener que hacerlo. Te añoro, bendita pieza de nada.